La Floresta Amazónica es la floresta ecuatorial que forma la mayor parte de la Amazonía. Es una de las tres grandes florestas tropicales del mundo. La hilea Amazónica (como la definió Alexander von Humboldt) posee la apariencia, vista por encima, de una camada contínua de copas, situada a aproximádamente 50m del suelo.

La mayoria de sus siete millones de km² es construida por floresta que nunca es inundada, en una planicie de 130 a 200 metros de altitud, formada por sedimentos del lago Belterra, que ocupó la cuenca Amazónica entre 1,8 millón y 25 mil años atrás. Al tiempo en que los Andes se irguieron, los ríos cavaron su lecho, lo que originaria los tres tipos de floresta de la Amazonía. Las dos últimas forman la Amazonía brasileña:

Florestas montañosas Andinas;
Florestas de tierra firme;
Florestas fluviales inundadas;

Río Amazonas en el Brasil. En el pleistoceno el clima de la Amazonía varía entre frío-seco, caliente-húmedo y caliente-seco. En la última fase frío-seca, ha cerca de 18 o 12 mil años, el clima de la amazonía era semi-árido, y el máximo de humedad ocurrió ha siete mil años. En la fase semi-árida predominaron las formciones vegetales abiertas, como campo cerrado y vegetación agreste (caatinga), con “refugios” donde sobrevivia la floresta. Actualmente los campos cerrados sobreviven en refugios dentro de la selva.

El suelo amazónico es bastante pobre, conteniendo apenas una fina camada de nutrientes. A pesar de eso, la flora y la fauna se mantienen, por causa del estado de equilibrio (climax) alcanzado por el ecosistema.. Los recursos que se aprovechan son óptimos, habiendo pocas pérdidas. Un ejemplo claro de eso está en la distribuición acentuada de micorriza por el suelo, que garantizan a las raices una absorción rápida de los nutrientes que escurren a partir de la floresta, con las lluvias. También se forman en el suelo una camada de descomposición de hojas, gajos y animales muertos, que rápidamente son convertidos en nutrientes y aprovechados antes de la lixiviación.

Abajo de una camada inferior, a un metro , el suelo pasa a ser arenoso y con pocos nutrientes. Por eso y por cuenta de la disponibilidad casi ilimitada de agua, las raices de los árboles son cortas, y el proceso de sustentación se hace también con base en la escora de los árboles una en las otras. La dificultad para la entrada de luz por la abundancia de copas, se hace con la vegetación rastrera que es muy escasa en la Amazonía, bien como los animales que habitan en ese lugar y precisan de esa vegetación rastrera. La mayor parte de la fauna amazónica es compuesta de animales que habitan las copas de los árboles, entre 30 y 50 metros. No existen animales de gran porte, como en las sabanas. Entre las aves de las copas están las araras, los tucanos y carpinteros. Entre los mamíferos están los murciélagos, roedores, monos y marsupiales.

Algunas plantas típicas de la floresta. La fauna y la flora amazónica fueron descritas en el impresionante Flora Brasiliensis (40 volúmenes), de Carl von Martius, naturalista austríaco que dedicó buena parte de su vida a la pesquisa de la Amazonía, en el siglo XIX. La diversidad de especies, sin embargo y la dificultad de acceso a las altas copas, se entiende porque gran parte de la fauna todavía es desconocida.

Los grandes rios separan las especies de mamíferos y aves. Las selvas inundadas están localizadas próximas de los rios y tienen características diferentes de la selva de tierra firme. En la Amazonía el clima de la floresta es ecuatorial, pues queda muy cerca de la línea del ecuador y continua hasta Selva Atlántica. Hoy día la Amazonía está siendo devastada para la plantación de soya y para pastos.